lunes, 1 de noviembre de 2010

PINCELADAS DE GENEALOGÍA

  Algunos pueblos antiguos sólo establecían una única denominación para cada persona, el nombre propio, que no tenía ninguna relación con los antepasados.

A partir del siglo X, ya encontramos en los documentos muchos nombres acompañados del respectivo apellido,que en su origen indicaba básicamente el lugar de residencia u oficio que tenía el personaje en cuestión.

El árbol genealógico es un cuadro que expresa, bajo la forma de un árbol con sus ramificaciones, la filiación de los miembros de un mismo linaje o familia. Dicho de otro modo, no es más que un esquema que permite leer, de forma clara y comprensible, la composición de dicho linaje.

Existen dos tipos de árbol genealógico:

a) El árbol ascendente, que parte de una persona, enlazando con sus dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos, etc., de forma simétrica, de muy fácil realización e interpretación, y que permite investigar un linaje "marcha atrás", hasta definir el árbol genealógico.

b) El árbol descendente, que parte de un antepasado -que se representa en el tronco, cerca de las raíces-, y va dibujando -hacia arriba hasta llegar a las ramas más altas-, uno por uno, a todos los descendientes directos de esta persona. Por lo general, se va eliminando a quienes dejan de llevar el apellido, para mantener en el árbol a los que los transmiten a las generaciones futuras -esto puede parecer injusto en nuestros días, pero quien intente realizar semejante tarea comprenderá que, por razones de espacio, el árbol benealógico ha de limitarse a los portadores del apellido-. El árbol descendente es la más clara interpretación de lo que significa "linaje". Además es la única manera de justificar el "derecho" a utilizar como propio un escudo de armas o un título de nobleza; el de ese antepasado que figura a los pies del árbol.

perfecta menteDurante mucho tiempo se ha asociado el uso de un escudo con un título de nobleza. Esto puede haber sido cierto en algunos países o regiones, pero no siempre. En Castilla, por poner un ejemplo, los reyes concedían escudo a los "hijosdalgos" -hidalgos-, por sus méritos en el campo de batalla, o por haber dado de comer a los caballeros que pasaban por su hacienda, o por haber defendido una frontera.... No era necesario ser noble para tener escudo. En otros lugares de Europa central, los campesinos terminaban convirtiendo los símbolos de "marcar el ganado" en escudos heráldicos reconocidos y registrados.

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